Finalmente lo que ya se veía venir, pero que igual que todo lo digital y cibernético se aceleró con la pandemia del COVID-19, el navegador Internet Explorer de Microsoft, dejará de funcionar en agosto del próximo año.
En los siguientes meses dejará de tener compatibilidad con Microsoft 365 y soporte para sus apps.
Pionero de los buscadores de internet antes de que culminara el siglo XX, y fungiendo siempre como la pareja ideal de Windows, Internet Explorer en los últimos años perdió mercado, y Microsoft decidió dejarlo partir con dignidad y trabajó en su nuevo buscador Edge cuya reciente versión trabaja con el código abierto Chromium de Google, para de esta manera enfocar sus baterías en nuevos mercados que le reditúen más dinero, y lo está obteniendo a través de los video juegos y su cada vez más famoso Xbox Game Pass.
La competencia en navegadores no ha parado e incluso algunos veteranos como Yahoo, retomaron aire y enfocaron sus esfuerzos en noticias del momento, y presentar historias que le gustan a los internautas tratando de ganar clientes que se reflejen en ganancias.
Microsoft ha diversificado su mercado frente al embate de nuevos competidores en diferentes frentes de batalla, y aunque no todo ha sido lo que hubieran deseado, se sigue manteniendo como un referente de tecnología, de diversión y de comunicación.
