Después de años complicados para la empresa en el área de computadoras portátiles, la compañía japonesa decidió cerrar un ciclo al vender el resto de acciones que aún quedaban en su poder a Sharp.
El éxito obtenido con sus modelos portátiles renombrados como Dynabook, fue la razón para que Sharp adquiriera el 19.1% restante que aún se encontraba en poder de la empresa con sede en Tokio.
Las malas desiciones y la competencia férrea en el sector, fueron dos razones de peso que orillaron a Toshiba a dejar el sector tras 35 años de historia.