La batalla por la preferencia de quienes gustan de ver series y películas de estreno en la comodidad de tu casa, en la tele de la sala o incluso en la computadora de tu oficina, creció y promete no dar cuartel a un mercado por 50,000 millones de dólares en este año, que seguramente aumentará porque la pandemia de COVID-19 dejó a la gente en casa consumiendo.
Netflix que es pionero y líder del mercado compite con Amazon Prime en segundo, y Disney + en tercero, que si bien ya existía se ha replanteado su programación y quiere ser protagonista de la tele streaming on demand, atrás quedan Apple que va por una parte del pastel, un poco más atrás pero al que no hay que perder de vista es Claro Video y a Hulu que también están incursionando con producciones propias.
¿Cuál es mejor?
Cada marca tiene experiencias únicas y diferentes a su competencia, hay quienes contratan dos o más servicios para poder tener la mayor parte de la oferta, pero eso depende de cuánto quieres gastar. Las que tienen casi todo el mercado son Netflix y Amazon Prime que invierten mucho en su propia producción. Disney se reinventó para competir y en México viene con mucho marketing y series atractivas como Star Wars con sus millones de seguidores. En China compite iQiyi y en India BluTv, son los dos países más poblados del mundo.
La mayor audiencia es la que va de los 25 a los 34 años con el 60%, le siguen los de 18 a 24 años con 21% y al final con 19% los mayores de 45 años
Estados Unidos es el mayor consumidor con el 50%, China muy abajo en segundo, Reino Unido hasta abajo con Japón y Alemania en tercero; en América Brasil y México son los mercados mas apetitosos con buen ritmo de crecimiento, por eso las marcas van por lo que llaman mercado Latino.
Uno de los fundadores del sistema de películas bajo demanda aún antes de que existiera internet fue HBO que desde los años 70 en el siglo pasado impactó en la televisión de paga, con series y películas exclusivas que marcaron una época. Hoy se resiste a abandonar el mercado y también da batalla junto con las cadenas Universal, Warner y algunos estudios de TV de Estados Unidos que siguen produciendo material que luego venden a las grandes empresas.
Los que quedaron desbancados definitivamente fueron las empresas de venta y renta de películas, que se autodenominaron video clubes, el gigante Blockbuster que llegó a tener 9,000 franquicias, hoy está desaparecido.