Disney desde el inicio ha sido una empresa idealista, ahora bien, el cumplimiento o no de sus ideales es subjetivo. Sin embargo, dichas bases morales siempre han sido bandera de la marca. El amor, la paz, fraternidad y felicidad son insignias que todas las producciones procuran enaltecer. Justamente por ello hoy analizo una situación que me ha llamado la atención de manera increíble: Disney y la Corrupción de Ideales.
Esta opinión es una colaboración de Abel Di Lion
Las series que ha sacado en su servicio de streaming (Disney+) han sido, en mi opinión, maravillosas. Esto va muy de la mano con el universo que ha ido construyendo desde hace unos años. Teniendo el enorme acierto de dosificar los episodios, algo muy distinto a lo que su competencia más directa (Netflix) ha hecho.
Al ofrecer esta opción dan la oportunidad de no solo entenderlo y analizarlo. También de crear teorías sobre lo que podría pasar en el siguiente capítulo y como terminará la serie. Situaciones muy positivas de las que hablaremos en otro momento.
Hoy me gustaría analizar como Disney nos muestra un tema tan profundo y oscuro como lo es la corrupción de ideales y la madurez e inteligencia con que aborda el tema en el universo que ha construido.
Hablemos de Falcon y Winter Soldier. (spoiler alert)
En el segundo capítulo se nos presenta a Isaiah Bradley, un supersoldado afrodescendiente que luchó en la guerra de Vietnam y cuyo premio fue ser encarcelado durante 30 años, torturado y maltratado, además de olvidado por el mundo. Un pasaje crudo, oscuro y realista dentro de los parámetros de una narrativa que muestra cómo el colectivo se olvida de los suyos con facilidad.
Aquí Disney hace alusión a los ideales corrompidos de una sociedad que aunque clame ser idealista; es parte de un mundo sin finales felices. Donde las cosas no son color de rosa. La frase en la guerra los ideales mueren y los viejos hablan, queda demostrado en la historia de Bradley. Un hombre que luchó y sangró por su país en una guerra muy compleja y llena de matices políticos, fue hecho prisionero, lastimado y ocultado como si fuera un error vergonzoso. Para los más aficionados a la historia, Bradley no es más que la representación colectiva de miles de veteranos reales de la guerra de Vietnam.
Después de esto en el tercer capítulo vemos como la líder de los Flags Smashers, Karli Morgenthau nos cuenta un poco de su vida antes de la organización, sus sueños y esperanzas, para terminar en un ataque provocando una explosión, que sacrifica a enemigos derrotados y civiles inocentes.
Un pasaje crudo, oscuro y realista dentro de los parámetros de una narrativa que muestra cómo el paso del tiempo y la desesperanza terminan por corromper las causas en las Morgenthau creía.
Una chica con el ideal de alimentar a los desplazados, de conseguirles cobijo y medicinas, termina sacrificando a personas inocentes para enviar un mensaje, ya que “es el único idioma que entienden”. Simplemente brutal.
El trabajo de Disney es especialmente complejo. Las historias se desarrollan en una trama de superhéroes donde poder establecer una línea realista se antoja muy complicado. Sin embargo, entre el guion y el ritmo de la narrativa están logrando dar a su audiencia personajes complejos dentro de historias creíbles.
Disney se está arriesgando mucho y eso es positivo. Nos muestra el lado más real que lo que siempre han manejado, con tres series que han marcado esta temporada. Algo que tomar en cuenta para sus próximos lanzamientos. Esperemos que continúen así por un largo rato.
¿Te gusta Falcon y The Winter Soldier? No te pierdas este artículo que hemos preparado para ti.